Hoy vamos a hablar de uno de los estilos de jardín más típico: el británico. Todo aquel que se dedique al mantenimiento de jardines en Alcobendas conoce las características de este estilo, surgido en la Inglaterra del siglo XVII y que tuvo su punto de mayor auge durante la segunda mitad del XVIII.

Paradójicamente, los mejores y mayores exponentes del estilo británico están dispersos a lo largo de Europa, por suerte para el mantenimiento de jardines en Alcobendas, mientras que en la propia Inglaterra no se le prestó mayor atención.

En cuanto a sus características, destaca su oposición al rígido esquema planteado por el jardín francés. Frente a la simetría, la búsqueda de patrones de decoración geométrica y lo inflexible de la estructura del jardín, el estilo británico apuesta con fuerza por imitar la naturaleza y su irregularidad. No obstante, no es un calco exacto de la naturaleza que podrías observar en un paseo por la montaña, se busca la idealización de esa naturaleza llevándola al plano de lo bucólico, casi como una pintura paisajista.

Se eligen todo tipo de árboles, los grandes protagonistas, con el fin de ofrecer una sensación de amplitud. A la hora de colocarlos no existe un patrón a seguir, por lo que da la sensación de que han surgido de manera espontánea y natural.

Los arbustos y setos abundan también en el jardín inglés. Aparecen ligeramente cuidados, lo justo para que no se extiendan demasiado, ya que no se busca una vegetación acotada.

Por último, destaca el uso del agua en tranquilos estanques y la disposición de senderos, similares a sendas naturales, para caminar admirando esta naturaleza controlada, quizás, entre las laderas de pequeñas colinas artificiales.

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